En el nuevo Informe-Observatorio internacional del BTI, destaca que el crecimiento global en 2023 se ralentizará al 2%, por la continuidad del impacto de la guerra en Ucrania y que el crecimiento económico mundial seguirá viéndose frenado en 2023, con diferencias regionales.

Se observa un cambio mundial en los bloques geopolíticos, lo que a su vez está provocando la reestructuración de los bloques económicos globales.

Por último, afortunadamente no se espera un efecto contagio que genere una crisis del nivel de 2008, pese al colapso de tres bancos estadounidenses y de Credit Suisse, situación que ha tensionado al sistema financiero global. Sí se pueden esperar algunos efectos secundarios adversos, como una financiación internacional menos asequible o menos accesible y mayor aversión al riesgo entre los bancos que depriman los préstamos del sector privado.